Pasé por tu lado una noche,
y sin quererlo llamaste mi atención,
en tan solo un momento conseguiste,
que latiera de nuevo mi corazón.
Me miraste, sonreíste y sin palabras,
dejaste a este humilde servidor,
que ahora tan solo puede pensarte,
llenando su pecho de emoción.
y sin quererlo llamaste mi atención,
en tan solo un momento conseguiste,
que latiera de nuevo mi corazón.
Me miraste, sonreíste y sin palabras,
dejaste a este humilde servidor,
que ahora tan solo puede pensarte,
llenando su pecho de emoción.
Me ilusiono mirando
tu imagen,
en los rincones
oscuros de mi imaginación,
recordando cada
palmo tu rostro,
te haces dueña de
mi pasión.
Y es que no puedo
cerrar los ojos,
sin que me inunde
sin quererlo tu olor,
esa fragancia que
imputa al más inocente,
que cae rendido a
la más cruel tentación.
Sin darme cuenta
reavivaste mi llama,
abriendo las
puertas de mi mundo interior,
un mundo que creí
atado al pasado,
expectante a las
caricias de un amor.
Ahora tan solo
revivo un instante,
que protagonizas tu
solo esplendor,
me rindo a las
caricias que un día,
me volvieron preso
de este nuestro don.
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